Traductor

martes, 3 de marzo de 2009

Presentación y bienvenida


El mundo literario es una fuente de enigmas, historias desconocidas ydesenlaces misteriosos en la vida de los escritores y en la de sus obras.

Este blog quiere tratar sobre esos apasionantes misterios que inundan las páginas ocultas de la literatura universal, otorgando así un mayor atractivo a las vidas, muchas veces desconocidas, de los grandes escritores de todos los tiempos y del proceso de creación de esos títulos inmortales que están en la memoria de todos los lectores. Pero el misterio no rodea solamente a los escritores y a los problemas que encontraron para realizar sus obras, sino también a los personajes de ficciñon que las pueblan y que, en el devenir de sus propias existencias literarias, ofrecen más de un misterio por resolver al lector inquieto y curioso que quiere saber más de sus libros favoritos, de sus protagonistas y de las mentes creadoras que los escribieron.

Así, Enigmas literarios, empieza con un tema sugerente para todos los lectores de ese genial escritor que fue Conan Doyle, el creador de Sherlock Holmes, y que ofrece el enigma de su verdadera personalidad y lo presenta en el próximo artículo sobre esta figira a la que acusan de ser un vulgar plagiador y, peor aún, de ser un asesino.

¿Fué realmente este famoso escritor ambas cosas y el verdadero autor de la inorvidable obra El perro de los Baskerville, o no?

En los próximos días se hablará en este blog de las diferentes hipótesis que rodean a este enigma literario y de sus respuestas.


Hasta entonces te emplazo, lector.



Ana Alejandre.

Conan Doyle ¿plagiador y asesino?




Biografía de A. Conan Doyle




por Ana Alejandre


Arthur Conan Doyle (1859-1930), fue médico, novelista y escritor de novelas policiacas, creador del inolvidable maestro de detectives Sherlock Holmes que le dio fama universal.

Nació el 22 de mayo de 1859 en Edimburgo y estudió en dicha Universidad y en la de Stonvhurst. A partir de 1882 y hasta 1890 ejerció la medicina en Southsea (Inglaterra), aunque pasó a la historia por su faceta de escritor, especialmente como creador de la mítica figura del detective Sherlock Holmes que aparece, por primera vez, en el relato Estudio en escarlata que fue el primero de los 68 relatos en los que la figura de Holmes es la protagonista de las diversas historias. Ese famoso personaje, aunque es de ficción, sin embargo tiene una base real, pues Doyle se inspiró para crearlo en un profesor al que conoció en la Universidad, el cual le llamó la atención por su poderosa capacidad deductiva que plasmó en el personaje del archiconocido detective. No hay que olvidar tampoco a los otros personajes creados por este insigne escritor y que fueron siempre compañeros de aventuras del Holmes como es el caso del humanitario Dr. Watson que acompañaba siempre como su alter ego al famoso detective; así como el contrapunto que representaba el profesor Moriarty y su mente criminal.

A raíz del éxito que tuvo en su carrera literaria, Doyle abandonó el jercicio de la medicina después de cinco años de dedicación a la misma y se dedicó totalmente a escribir. Sus historias sirvieron de inspiración para algunas películas, entre las que destaca la dirigida por Billy Wilder, en 1970, titulada La vida privada de Sherlock Holmes. Anteriormente, entre 1943 y 1945, el director norteamericano Roy William Neil dirigió, al menos, ocho películas basadas en textos y personajes de Conan Doyle, entre las que destaca La mujer araña, en 1944.

Los mejores relatos de Holmes son El signo de los cuatro (1890); Las aventuras de Sherlock Holmes (1892); El sabueso de los Baskerville (1902), también conocido como El perro de los Baskerville, llevado al cine por Terence Fisher en 1959 y por Paul Morrisey en 1977; y Su último saludo en el escenario (1917). Todas estas obras le dieron fama universal y elevó a la categoría de género literario a la novela policíaca. Conan Doyle también tuvo mucho éxito con sus novelas históricas, como Micah Clarke (1888), La compañía blanca (1890), Rodney Stone (1896) y Sir Nigel (1906), así como con su obra de teatro Historia de Waterloo (1894).

Durante la Guerra Bóer fue médico militar y de vuelta a Inglaterra escribió La guerra de los bóers (1900) y La guerra en Sudáfrica (1902), justificando la participación de su país. Por estas obras se le concedió el título de sir en 1902. También es autor de La Tragedia de Korosco (1989. )Durante la I Guerra Mundial escribió La campaña británica en Francia y Flandes (6 volúmenes, 1916-1920) como testimonio y homenaje a la valentía de los soldados ingleses. El fallecimiento de su hijo mayor, Kingsley Doyle, de neumonía en Londres, en1914, tras haber sido herido gravemente en Francia durante la guerra, le convirtió en defensor del espiritismo y todo lo relacionado con la metafísica, por lo que dedicó mucho tiempo a escribir ampliamente sobre el tema. Su autobiografía, Memorias y aventuras, se publicó en 1924. En España fueron publicadas (Valdemar, 1999) y en ellas se pueden leer una frase de Conan Doyle, refiriéndose a su propia vida:”Creo que es muy difícil encontrar una vida tan variada como la mía en cuanto a experiencias y aventuras”.

Falleció el 7 de julio de 1930 en Crowborough (Sussex) dejando detrás de sí una amplia obra y unos personajes que han sobrevivido al paso del tiempo y de las modas literarias.


¿Fue Doyle un plagiador y un asesino?


En cuanto a la cuestión que se plantea parece confirmar tan rerrible acusación lo dicho por el propio escritor en sus memorias, refiriéndose a los muchos avatares de su existencia. El acusador se llama Rodger Garrick Steel, psicólogo jubilado, y su teoría la presenta a la opinión pública en el año 2000, en su obra La casa de los Baskerville (haciendo referencia a la famosa obra de Doyle) y asegura que su hipótesis es fruto de once años de investigación sobre el famoso escritor hasta llegar a unas terribles y contundentes acusaciones contra el creador de S. Holmes, afirmando de su autor que fue un villano capaz de robar y matar Describe al famoso escritor como un hombre sin talento, violento y con una falta total de escrúpulos, haciendo con sus acusaciones un cóctel de violencia, crimen y sexo que parece escapar de las páginas escritas por Doyle.

Garick Steel pretendió vender la obra de sus elucubraciones a un estudio de Hollywood para así obtener dinero para exhumar el cadáver de un hombre al que Garrick Steel define como el verdadero autor de la famosa obra de Doyle, El perro de los Baskerville y cuya identidad era la del escritor y corresponsal de guerra del Daily Express, Bertram Fletcher Robinson. Según afirma Garrick Steele, el periodista Robinson y su esposa, Gladys, eran amigos de Conan Doyle al que invitan varias veces a su casa de Park Hill, en el condado de Devon, junto a Daartmoor. Doyle suele ir solo, sin su esposa, Louise Hawkins, por padecer tuberculosis por aquel entonces, por lo que el escritor viajaba muchas veces solo.

Parece ser que, en una de esas visitas, ocurrida en el año 1900, Robinson le cuenta confidencialmente que había escrito un libro que no se llegó a publicar, titulado Una aventura en Dartmoor, en la que se narra la leyenda de un perro fantasma del pantano y la existencia de una maldición que pesa sobre la familia Baskerville. A Doyle, parece ser, le gustó mucho la historia, por lo que, según Garrick Steel, la surge de pronto un instinto asesino hacia el verdadero autor para apropiarse de su autoría y, al mismo tiempo, el deseo irreprimible por la esposa del periodista, por lo que, afirma el autor de esta hipótesis, que a Doyle se le ocurre la descabellada idea de escribir la obra El perro de Baskerville, basada totalmente en Una Aventura en Dartmoor, y a la que publica al año siguiente, mientras mantiene un apasionado romance con la esposa de su amigo. En la obra publicada por Doyle aparecen el nombre del chofer y jardinero de los Robinson, Harry Baskerville, para dar título al libro.

No contento con eso, Doyle parece utilizar sus grandes conocimientos de la farmacopea – de los que también hace gala el detective Holmes en todas sus historias-, y planea asesinar a Robinson con una mezcla de opio y láudano para evitar así que reclame la autoría del libro publicado por Doyle. Convence para ello a la esposa de su amigo y, para entonces, su propia amante, para que colabore en el plan que, según afirma Garrick, acepta completamente .subyugada por el escritor.

Aunque la versión oficial es que Robinson murió de unas fiebres tifoideas el 21 de enero de 1907, a los 34 años, Garrick Steel afirma, sin embargo, que murió a consecuencia de la pócima que le hizo ingerir Conan Doyle.y como prueba muestra una fotografía tomada en 1906 en la que se ve pletórico de salud a Robinson y afirma, por ello, que si éste hubiera estado enfermo a tan poco tiempo antes de su muerte, se advertirían señales evidentes de su enfermedad y plantea, por ello, tres preguntas al lector para confirmar su hipótesis:

1.-¿Por qué no consultó el fallecido a un médico antes de su defunción y éste sólo lo vio cuando firmó el acta de defunción y era ya cadáver?
2.- Ya que el tifus es altamente contagioso ¿por qué ningún familiar, amigo o sirviente del fallecido padeció la enfermedad?
3.- ¿Por qué su cadáver es enviado a Devon en un tren y embalado, cuando la costumbre era incinerar a los fallecidos por tifus, habitualmente?

Parece ser que hasta que Robinson murió, su esposa no llamó a ningún médico y cuando lo hizo admitió tranquilamente que su marido llevaba 22 días enfermo y que ella se consideraba suficientemente apta para cuidarlo, por lo que no creyó necesario avisar a un galeno. Además, dos días después de morir Robinson, su mujer comentó que su marido había muerto por comer en Francia pescado en mal estado, Las sospechas de estas declaraciones se incrementaron al comprobar que la viuda no acudió al sepelio.

Otras de las razones esgrimidas por Garrick Steel era que en la primera edición de El perro de los Baskerville se podía leer la dedicatoria: “Mi querido Robinson: el relato que de una leyenda me hizo usted fue la semilla de la presente novela. Por ello, y por la ayuda que me ha prestado en las cuestiones de detalle, le doy infinitas gracias Muy sinceramente suyo. A. Conan Doyle”. Esta dedicatoria desapareció en las siguientes ediciones.

El libro, una vez editado, fue un éxito absoluto, después de ocho años en los que Dpyle no publicaba -ya que a S. Holmes lo mató, arrojándolo por las cataratas suizas de Reinchbach mientras perseguía al malvado profesor Moriarty hacía esos años-. Por ello, los lectores estaban ávidos de recibir nuevas obras de un autor que captaba la atención y el interés nunca defraudado por sus libros.

Estas pruebas y otras parece ser que han sido tomadas en serio por Scotland Yard que se ha comprometido a investigar el asunto, a pesar del tiempo transcurrido, quizás por el renombre de Doyle. La Sociedad Sherlock Holmes de Londes ha rechazado esta teoría por considerarla ridícula y ofensiva para una figura del renombre de C. Doyle.

Hasta ahora no se ha exhumado el cadáver y todo parece indicar que el libro de Garrick Steel le ha dado ingresos y popularidad, pero no credibilidad, por la sarta de difamaciones y acusaciones gravemente vejatorias hacia una figura señera de la literatura anglosajona al que acusan de haber firmado la obra escrita totalmente por Robinson y, además de plagiador, también de asesino.

Una frase de Doyle ilustra oportunamentelo sucedido por esta campaña de descrédito y de infamia contra él y que dice: “donde no hay imaginación, no hay horror”. Desde luego su difamador parece demostrar tener una imaginación calenturienta y capacidad para crear horror, pero achacándolo a un escritor cuya genialidad está fuera de toda duda, excepto para Garrick Steel.